miércoles, 13 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM.

Francisco I. Ese ha sido el nombre que ha escogido para su pontificado el Cardenal argentino de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio. Si repasamos las hemerotecas de los últimos días y las casi interminables opiniones de los autodenominados “vaticanistas”, no entraba entre los candidatos y sólo contaba como mérito el haber renunciado en el anterior cónclave, siempre según diversas fuentes, en favor del ya emérito y antecesor suyo Benedicto XVI, pero el Espíritu como tantas otras veces nos sorprende con una persona que según su perfil biográfico que no vamos a reseñar (sobre todo porque hay ya multitud de fuentes con perfiles bastante completos. Por ejemplo en: http://www.elmundo.es/elmundo/tags/9f/francisco-i.html que posiblemente será lo que la Iglesia necesita en este momento.


Lo único que sabemos del pontificado de Francisco I es que su nombre aún no sabemos a quién se debe, aunque en los diferentes medios se haya dicho casi de todo, pero básicamente hay tres opciones: San Francisco de Asís (fundador de los Franciscanos, persona humilde y renovador de la Iglesia, a la par que una gran influencia en la vocación de San Ignacio de Loyola); San Francisco Javier, uno de los precursores de la Compañía de Jesús, a la que pertenece el actual Sumo Pontífice, santo misionero y finalmente San Francisco de Borja, que fue General de la Compañía de Jesús. Sea la que sea, misterio que seguramente se desvelará en los próximos días, la Iglesia actualmente posiblemente necesite el perfil de estos tres santos y posiblemente se puedan aunar en el actual pontífice.

También sabemos que su pontificado ha comenzado con una semblanza de sencillez y cercanía, pues así ha sido su aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro, mostrándose al mundo cercano, dirigiéndose en primer lugar a su Diócesis, Roma y pidiendo por su antecesor. Abandonando los gestos de pomposidad, vestido con una simple sotana blanca y su pectoral de plata.

Y finalmente ha comenzado dando muestras de la importancia de la oración, invitando al pueblo a que rece por él y rezando un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria que seguro muchos millones de personas hemos compartido.

Muchas son las expectativas que la elección del nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica había provocado. Esto unido a la novedad de que no sea europeo y sea americano, como pedían muchos grupos en la Iglesia, hace que tenga un importante reto por delante.

Nuestra hermandad se une al GAUDIUM MAGNUM  que esta tarde nos anunciaba que la Iglesia tiene un nuevo sucesor de Pedro y que abre nuevos horizontes y retos en la Iglesia y lo hacemos felicitando al nuevo Santo Padre y felicitando a toda la Iglesia por su nuevo pastor.

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