Las inclemencias meteorológicas no podían pasar por alto ya que han sido protagonistas. Se debatió sobre la posibilidad de que Federación cuente con un parte único cuyo datos se pongan al servicio de las hermandades que lo precisen y luego, con ellos, el cabildo de oficiales de la cofradía en cuestión determine realizar estación pública de penitencia o no. Al respecto de lo ocurrido en la pasada Semana Santa, los contertulios dijeron que las juntas de gobierno tienen que ser sensibles a la hora de poner un cortejo en la calle en el que participan personas. Ese cuidado por los hermanos ya sean monaguillos, nazarenos o camareras influirá en que en años venideros vuelvan a participar en la salida procesional.
En los últimos años la brecha entre hermandades cada vez es más amplia. Hay cofradías que evolucionan a pasos agigantados y otras que permanecen estancadas. Los tertulianos coincidieron en apuntar que tenemos una Semana Santa a dos velocidades. Esto queda de manifiesto en la presentación de los titulares en la calle, el cuidado por el patrimonio humano y material, la participación en la vida de hermandad, etc.
Precisamente, uno de los asuntos relacionados con lo anterior es la priostía. Mucho se ha venido trabajando en esta faceta en cada una de las hermandades y el resultado es extraordinario tanto en flor, vestimenta de las sagradas imágenes y el montaje de los pasos.
Otros aspectos tratados fueron la calidad musical de las distintas bandas en las que quedó de manifiesto el auge experimentado por todas las formaciones musicales granadinas en cualquiera de sus géneros; la costalería, donde Granada se comentó, que cuenta con grandes cuadrillas y se puso de manifiesto la importancia del Centro de Atención al Costalero en el cuidado y la salud de aquellos que se meten bajo los faldones; y los medios de comunicación.
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