Corría el mes de Octubre de 1.927, cuando la gestación de una nueva Hermandad, rondaba el círculo cofrade de Santo Domingo. Surgió en la mente de algunas personas ligadas a la Archicofradía a instancias del Padre Alonso, la fundación de una rama que procesionase a la Virgen del Rosario en la Semana Santa.
Dadas las circunstancias, la fundación de esta Hermandad, se hace realidad cuando D. José Alonso López, "el cura Pepito", reúne a los anteriores Oficiales y Horquilleros de la Arhicofradía de Nuestra Señora del Rosario y a otros miembros de algunas de las Hermandades de Penitencia que se habían fundado aquellos años veinte en Santo Domingo. El mencionado presbítero, había sido fundador de las Cofradías del Señor de la Humildad y de la Santa Cena Sacramental en 1.925 y 1.926 respectivamente.
Aquella reunión fundacional, tuvo lugar en el otoño de 1.927, en la que la Junta de la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario, se reúne a petición del mencionado Padre D. José Alonso, con la idea de constituir una asociación que se vinculase a esta Corporación, decidiendo aprobar la formación de una rama penitencial de dicha Archicofradía.
Su proyecto era tomar como Titular de la nueva Corporación, la misma Imagen que ya era Titular de la Archicofradía, aunque el hecho de fundar una Cofradía de Penitencia en sí, no era lo que pretendían, encontrando una "solución mixta", que no duraría mucho tiempo.
Al comienzo, determinaron salir en la noche del Sábado Santo (en aquella época llamado "de Gloria") tomando como título "Cofradía de la Virgen del Rosario en Sus Misterios Gloriosos", aunque desde el principio insistían en la idea de constituir una rama penitencial, como rama de la Arhicofradía de Nuestra Señora del Rosario, y dicha evolución a penitencial no se haría esperar.
La reunión constituyente se celebró el día 19 de Noviembre de 1.927, redactando en ella unos estatutos de Régimen Interior, ya que al nacer esta Cofradía como una rama de la Arhicofradía, harían la función de "norma principal de la nueva corporación".
Se acercaba la Navidad de dicho año, cuando la nueva rama de la Archicofradía queda legalmente constituida y aprobada, el día 21 de Diciembre por el Cardenal Arzobispo de Granada, D. Vicente Casanova y Marzol, nombrando su primera Junta de Gobierno presidida por D. Enrique Moreno Agrela, perteneciente a la alta burguesía granadina y a la citada Arhicofradía. Formaron parte de dicha Junta, D. Antonio Loaisa González como vice - hermano mayor, D. José Alonso López como secretario, y como vice - secretario D. José Rojas Alonso.
En aquella época, era habitual que las Hermandades tuvieran un carácter cerrado, y esta Corporación no se alejó de esa tendencia en estos primeros años de andadura, exigiendo como condiciones para ingresar en la misma, pertenecer a la Archicofradía del Rosario, o a su Cuerpo de Horquilleros, o a alguna de las Cofradías residentes en la parroquia de Santa Escolástica.
Una vez constituida oficialmente, pasan los primeros meses de 1.928 desarrollando una gran actividad referente a los preparativos de la salida procesional para la Semana Santa, en la cual, la Virgen salió bajo palio de raso verde sostenido por diez varales sin nudos y a su vez sin labrar, que la crónica de la "Gaceta del Sur" dice que eran del s. XVII hechos en plata. El palio no se pudo bordar por premura de tiempo y constaba de unas caídas, más bien largas con terminaciones curvadas, cinco en la bambalina delantera y trasera, y siente en las laterales.
La Sagrada Imagen llevaba la cara despejada, sin el rostrillo y, parece ser que, sin el vestido de plata cincelada; una larga mantilla velaba Su Divina testa, sosteniendo en Sus manos el paño de la Santa Faz, como si de una Verónica se tratase. Algunos indicios apuntan que en esta primera salida, la Sacratísima Virgen lució el manto verde bordado en oro, y que tantos años llevaría después en Semana Santa, hasta casi llegada la década de los 70.
El paso de Nuestra Señora del Rosario vino a constituir el primer paso de palio de la Semana Santa moderna de Granada. Anterior a este, fue Nuestra Señora de la Soledad quien llevó en 1.881 un palio de respeto prestado por la Hermandad de la Virgen de las Angustias, (años más tarde nombrada Patrona de la Ciudad).
A esta rama de la famosa y antiquísima Archicofradía, correspondía procesionar de la forma más digna posible, anunciando la salida para el Sábado de Gloria del 7 de Abril de 1.928, junto a la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, que procesionó el paso de Jesús Resucitado para conmemorar la Pascua de Resurrección. Históricamente habían sido muchos los lazos de unión entre ambas Corporaciones, nacidas e impulsadas desde el seno de la Orden de Predicadores.
El paso de los años, junto a las circunstancias que se dieron, propiciaron una serie de cambios y transformaciones que han ido forjando la Hermandad que somos hoy, gracias al esfuerzo de todos y cada uno de los Rosarianos que nos precedieron.
Hoy, día en el que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y Nuestra Señora del Rosario en Sus Misterios Dolorosos cumple 83 años, queremos recordar como nacimos, y dónde estuvo nuestra cuna.
Gracias a aquellos buenos hombres, por iniciar el camino que seguimos continuando ocho décadas y 3 años después, exaltando la Fe, y teniendo como objeto la mayor Gloria de Dios, mediante el culto a Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y a Nuestra Señora del Rosario en Sus Misterios Dolorosos.
Bibliografía consultada:
· Padial Bailón, Antonio, en Rosario, 75 Años de Devoción. Ed. Clave, Granada, 2.004.
· Fotografías de Manuel Puga y José Velasco.
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