Hermano en Cristo,
ya ha pasado un mes desde el pasado Miércoles Santo, y no quiero dejar pasar más tiempo sin felicitarte por la Estación de Penitencia realizada en la S.I. Catedral de Granada.
Un año más, la Hermandad se hizo Cofradía de la mejor manera que una Corporación puede hacerlo, es por ello, que nos sentimos orgullosos por tan ejemplar proceder. Felicitaciones que te hago llegar en nombre de la Junta que me honra presidir, y especialmente en nombre de la Diputada Mayor de Gobierno, y su Diputado adjunto.
Somos conscientes de la dificultad de este acto de Fe, convirtiéndose en una dura prueba mediante la que demostramos el amor que profesamos a Nuestros Sacratísimos Titulares, que al mismo tiempo se convierte en un gran honor, con el que debemos cumplir cada Miércoles Santo, como hermanos de esta Corporación Rosariana.
Abro un capítulo de gracias para todos vosotros, en especial a los Roquetes y Monaguillos por su maravilloso comportamiento, demostrando que la cantera de la Hermandad cada año pone más entusiasmo en su participación; a los Nazarenos, Penitentes y Camareras por su paciente y estoico caminar alumbrando a Jesús de las Tres Caídas y a Su Bendita Madre; a los Capataces, Contraguías, Servidores del Paso y Costaleros tanto del paso de misterio como del paso de palio que derrochando toda la casta y el arte nos han regalado chicotás para el recuerdo; a nuestra Banda de Cornetas y Tambores por su extraordinario comportamiento acompañando a Su Cristo, nuestro Cristo de las Tres Caídas; a los Diputados de tramo, de calle, Fiscales, Organizadores y Paveros, por la labor incansabley vuestra disposición permanente en pro de la organización de la Estación de Penitencia; y a todos los que de una manera o de otra, habéis cumplido vuestra promesa - un año más - a Nuestros Sacratísimos Titulares.
Al mismo tiempo, quiero agradecerte el derroche de amor demostrado el pasado 18 de Abril, cuando bajo la lluvia acompañaste a Nuestro Señor de las Tres Caídas en Su Traslado hasta Santa Isabel la Real, proceder por el que esta Junta de Gobierno se siente totalmente orgullosa, y que ha quedado recogido en la Historia de la Hermandad.
Gustosamente, aprovecho la oportunidad de dirigirme a ti, para seguir animándote a vivir la Hermandad, El fin último de la misma es dar culto a Nuestros Sagrados Titulares, que adquieren su máxima con tu presencia. Por todo ello te invito a seguir participando de los mismos junto a tu familia, para que entre todos podamos seguir haciendo más grande a esta Gran Familia Rosariana.
Recibe un fraternal abrazo en el Muy Antiguo y Milagroso Señor de las Tres Caídas y en Su Inmaculada Madre del Rosario.
Fdo: El Hermano Mayor
José Francisco Castro Medina
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