Con gran pesar vivimos, cuantos
pertenecemos a la Hermandad, el fallecimiento de nuestro director espiritual,
Rvdo. Padre D. Álvaro Rodado, quién ha velado, sin descanso, por la guía y profundización en la fe,
orientando el criterio religioso, tanto de la parroquia dominica como de la
Hermandad, el cual nos ha dejado.
Cristiano de fuerte personalidad, carácter afable y firmes
convencimientos, siempre estuvo atento al devenir de cuantos nos hemos
beneficiado de su magisterio y acertado
consejo.
Será muy difícil llenar el vacío que nos deja quién con tanto interés nos señaló el camino al Padre y
con tan constante relación personal supo mostrarnos su presencia
y amor.
Nos consuela saberlo disfrutando de la
misericordia del Señor de las Tres Caídas, en el amoroso
regazo de su Madre del Rosario, a los que pedimos por cuantos lloramos su
ausencia.
Siempre en nuestro corazón y en el recuerdo,
rezamos por su eterno descanso, velándolo en la iglesia dominica.
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