Nos remontamos hoy a la Estación de Penitencia del año 2.010, último Miércoles Santo en el que la Hermandad discurría por Ancha de Santo Domingo, día en el que estrenaba su nuevo techo de palio, junto a las nuevas bambalinas.
Como cada año, la Soledad de Cantillana acompasaba la mecía para que la Madre de Dios derrochara elegancia bajo la batuta de Carlos Carvajal.
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