Su vestidor, Francisco Garví, ha ataviado a Nuestra Madre con un elegante tocado a tablas, que tanto favorece al fino y dulce rostro de Nuestra Reina del Santo Rosario.
Para esta ocasión estrena saya de terciopelo burdeos, donada por hermanos, y fajín realizado con brocados, galones y flecos plateados sobre tafetán color malva, confeccionado por el taller de costura de nuestra hermandad.
En Sus Benditas manos porta cinco rosarios, por cada uno de los misterios dolorosos y corona de espinas, en alusión a la Pasión de Nuestro Señor.
Así espera a Su Bendito Hijo, que regresará a Santo Domingo el próximo 4 de Marzo, segundo domingo de cuaresma.
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