Nuestra Amantísima Madre fué presentada ataviada de Reina con su manto de salida y exquisitamente vestida por su vestidor Paco Garví. Nuestra Madre del Rosario estrenaba tres de los cinco rosarios que portaba en sus manos: el rosario de swarosky y circonitas verdes, traido de Roma para ella, otra pieza realizada en Swarosky y plata, procedente de la Via de la Conciliacione y el rosario realizado en cuentas de agua marina con los misterios en oro identio al regalado a María Santísima de la Misericordia en recuerdo de su Coronación. También portaba en su fajín numerosas condecoraciones como la de Capitán General de la Armada, de la que nuestra Titular es Patrona.
Nuestra Señora del Rosario se encontraba presidiendo un altar majestuoso preparado por el equipo de Priostia de la Hermandad, el cual estaba formado por dos templetes laterales sobre los cuales se colocaron en armoniosa disposición parte de la candería del paso de palio junto a los faroles guía; En la parte central del altar estaban ubicados a ambos lados los candelabros de guardabrisa enmarcados por dos ciriales cada uno. Y como remate y broche, el Simpecado Inmaculista de la Hermandad.
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